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Los retratos del Dr. José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles ya adornan la imponente fachada de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, como antesala a su esperada canonización, prevista para este domingo 19 de octubre.
Este gesto simbólico marca un hecho histórico, pues por primera vez Venezuela entra al canon de los santos de la Iglesia Católica.
Un homenaje visible desde el corazón del Vaticano
Trabajadores del templo colocan los grandes tapetes con las imágenes de ambos beatos bajo las ventanas principales de la basílica.
Las coloridas escenas, que muestran los rostros de quienes son considerados símbolos de fe y servicio, se difunden rápidamente en redes sociales gracias a feligreses venezolanos y a la Arquidiócesis de Caracas, que comparte un video del emotivo momento.
Las imágenes de José Gregorio Hernández y de la madre Carmen Rendiles aparecen una al lado de la otra, unidas en un mismo reconocimiento espiritual.
La emoción se siente tanto en Roma como en Venezuela, donde millones de fieles siguen con alegría cada paso previo a la ceremonia.
José Gregorio Hernández y madre Carmen: símbolos de fe y esperanza
En medio de los preparativos, se desarrolla en Roma la jornada «Testigos de la paz para un proceso de paz: el nuevo reto de los santos en Venezuela», un encuentro que reúne a líderes religiosos y figuras sociales para reflexionar sobre el papel espiritual de los futuros santos.
El cardenal Raúl Biord, arzobispo de Caracas, y Silvia Correale, postuladora de las causas de canonización, destacan que ambos representan «la fe activa, el servicio al prójimo y la esperanza en tiempos de dificultad».
Una canonización esperada por generaciones
Durante el evento, Silvia Correale resalta que la canonización «es una meta muy deseada por el pueblo venezolano”, recordando además que el médico trujillano “ya era considerado santo por su pueblo mucho antes de que lo proclamara la Iglesia«.
Las palabras de la postuladora reflejan el sentimiento popular que por más de un siglo ha acompañado al Dr. José Gregorio Hernández, conocido como el «médico de los pobres», y a la madre Carmen Rendiles, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús, cuya vida estuvo dedicada al servicio y la oración.
Un orgullo que une a Venezuela y al Vaticano
El ascenso de ambos venezolanos a los altares reafirma la profunda espiritualidad de un país que encuentra en ellos ejemplo, esperanza y fortaleza.
Sus retratos en la Basílica de San Pedro son más que una imagen: son el reflejo de una fe viva que une corazones dentro y fuera de las fronteras.
Con información agencia
